viernes, 28 de agosto de 2009

Eroni Kumana y Biuku Gasa salvaron a John F. Kennedy



Honiara, Islas Salomón - Seis décadas después de que Biuku Gasa y Eroni Kumana ayudaron a rescatar a los jóvenes el oficial de marina John F. Kennedy, desde la captura de Japón en 1943, la Marina de los EE.UU. reconoció oficialmente su deuda con las islas Salomón, que durante años se creía muerto. 


Kumana, de la isla occidental de Rannonga Salomón, y su compañero militares Scout Biuku Gasa encontró a la tripulación del PT-109, incluido su capitán, el teniente Kennedy, el futuro presidente. El barco se hundió después de ser cortado en dos por un destructor japonés. Dos miembros de la tripulación murieron en el choque en agosto de 1943 las afueras de Gizo, la principal ciudad del oeste de las Islas Salomón. 


Un Kennedy heridos y otros sobrevivientes nadando a una isla cercana, donde Kumana y Gasa encontrado. El par de remo 35 millas a través de las aguas en manos del enemigo para convocar a un bote de rescate. Kumana  y Gasa fueron reconocidos en 2002 con un regalo de $ 15.000 para una casa nueva y un busto de Kennedy. Él recibió los regalos cuando una expedición de National Geographic llevó fue a Gizo para tratar de encontrar los restos del PT-109. Pero, de acuerdo con un empresario local Danny Kennedy, Kumana se creía muerto. 

Tres años más tarde, Kumana, que cumplirá 85 años y vive en Gizo, recibió algún tipo de pago y un busto suyo, pero nunca consiguió el reconocimiento de su héroe - hasta hace dos semanas. Danny Kennedy, sobrino de John Kennedy, dijo la semana pasada que se puso en contacto el capitán del USS Peleliu, que es en las islas en una misión humanitaria y diplomática, para decir a los estadounidenses acerca de Kumana.

El oficial al mando Peleliu, el capitán Ed Rhoades, presentó Kumana con regalos, incluyendo una bandera americana. 

Kumana recordó que John F. Kennedy prometió que iba a volver a las Islas Salomón después de la guerra. Kennedy fue asesinado en 1963. "Lloré durante toda la semana al enterarse de la muerte de mi amigo," dijo Kumana. "Ahora puedo estar en paz ya que a través de la herencia de mi amigo, la gente ha llegado a conocer a mí, a mi pueblo y mi país, las Islas Salomón."